Don Giovanni o el disoluto absuelto de José
Saramago,
Don Giovanni de Mozart, es una de esas óperas
base; de este y otros surgió el clásico español, El Tenorio, el contexto se
puede adoptar a cualquier época y lugar.
El brasileño José Saramago realizó su propia versión, cuyo estreno mundial se realizó en México, en una escenario miminalista, el vestuario nos podría remitir a cualquier época.
El contexto del tenorio, encierra todo un
contexto social, cultural y económico, el reafirmar la masculinidad a través de
la conquista de una mujer y la astucia de ésta para aprovechar en beneficio
propio es un juego donde la astucia femenina es esencial, en otros casos cuando
uno requiere del otro para sentirse completo o de la capacidad de seducción de
una de las partes cierran círculos-
En una puesta minimalista, que se compone en el
escenario de grandes piezas de madera movidas a mano en su gran mayoría, se
desarrolla esta historia que aborda a Don Giovanni, este tema encuentra al
término al incluir de alguna manera a algunos personajes del tradicional de
Zorrilla.
El vestuario e esa época, cuando se escribió se
suple por un conjunto de vestuarios que más que sugerir épocas, sugiere status
sociales de los personajes, el comendador es una personaje que en estatua juega un rol central, además del
personal del Teatro Juan Ruíz de Alarcón que mueve la escenografía en un
diálogo con el texto.
Las luces juegan un rol central en conjunto con
la música, la historia gira en torno a un vecino que sospecha sin fundamentos que
su esposa está con él, en cierto momento la estatua del comendador aparece
y junto con otros personajes van hilando
la historia y trampa, para el personaje central; un rol el cual no deja de ser crítico de su
propio status como personaje es el creado, que además se adereza de bromas para
actores y gente de teatro.
No olvidemos el papel que juega una libreta con
el registro de sus conquistas y lo que sucede al ocurrirle algo a la misma.
Es sin duda una divertida parodia, no por ello
carente del espíritu de este personaje.
Las actuaciones son de Martín Altomaro como Don
Giovanni, Carlos Cobos como un magnifico Leporello, una sorprendente Lucero
Trejo, Humberto Solórzano genial como la estatua además de las actuaciones de
Erika Koré y Rodolfo Blanco bajo la dirección de Antonio Castro y la traducción
de Pilar del Río.
Inicia su temporada en el Teatro Juan Ruíz de
Alarcón en Cultisur, con la buena noticia de que ya hay metrobus para llegar,
para mayor Información checar cartelera.
Con un trabajo donde cada parte es un engrane
para lograr una muy buena y divertida
puesta, las actuaciones a su nivel de todos, con una sugerencia, ir con la
mente muy abierta porque la adaptación si bien conserva algunos trazos, ocurre
en el 2065.
Los invitamos a seguirnos en nuestra página www.artesescenicasmexicanas.com.mx,
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donde Zvi les tiene muchas sorpresas.
Esther Zychlinski y Zvi Ziman
Marzo 9 del 2012
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