Bajo un mar de cristal con la dramaturgia y
dirección de Arturo Quiroz, actuaciones de Pilar Cerecero, Rafael Cortés, José
Cremayer y Mónica Torres
Destino Escrito llega a su fin con las obras
que a su final comienzan temporada, ésta casi con el mismo elenco que las dos
primeras nos presenta a una pareja donde una asistente y un escritor viven
juntos, mientras ella se presiona cae en periodos de falta de sueño, insomnio,
que hace que llegue a una playa donde conoce a un hombre igual de confundido.
Esta obra habla de los sueños y el choque con
la realidad que detona en la protagonista un gran dolor, que tendrá
consecuencias para ella, provocando encuentros con este misterioso hombre.
Conforme avanza la historia los vamos
conociendo de forma velada a la pareja de esta playa.
Esta obra es la única que no tiene un destino
escrito como las anteriores, a veces los deseos de uno y otro no se cumplen
obligando a la mujer a enfrentar su situación con su marido, a enfrentarse a
ella misma.
Cuántas veces vivimos para los demás, hacemos
lo que los demás quieren dejando de pensar en nosotros mismos y nuestras
necesidades, o cuando ya decidimos pensar en nosotros mismos tomamos decisiones
que pueden crear controversia al tener algo que nos está estorbando como en el caso
de esta hija del hombre mismo que está muy enfermo.
Por qué nos callamos lo qué sentimos y luego ya
es tarde para poder expresarlo, que tan válido es huir de nuestros dolores como
esta mujer Sofía que no puede con sus dolores de cabeza y sus ataques epilépticos.
Por qué en este lugar Sofía a donde va a dar
como la antesala de la muerte se siente tan a gusto y sin dolores ni pastillas,
en fin es una obra que nos lleva a través del mundo interior y el miedo a
enfrentar lo que sentimos.
También nos refleja el miedo a cambiar nuestra
vida y cuando no tenemos ningún sentido para seguir, sin embargo aquí
hay una gran lección de vida.
Las actuaciones muy buenas, teniendo como
escenario una especie de bases blancas de plástico y una arena, además de las
camas que entran y salen, con medio obscuros que permiten ver los movimientos
hechos por los mismos actores.
Las transiciones limpias y bien marcadas y dos
escenarios el que está hacia atrás que es la frontera con el más allá donde
ocurren las escenas de estos dos personajes en este lugar, y al frente donde se
vive su realidad.
Los invitamos a que los lunes puedan conocer el
Letargo Cibernético de Sharon Kleinberg bajo la dirección de Gema Aparicio, los
viernes Pavo Real Albino de Pako Montoya ambos a 20.00 horas en el Círculo
Teatral Alberto Estrella en la Calle de Veracruz 107 colonia Condesa a unas
cuadras del parque España.
Realmente reconocemos el talento de los
dramaturgos mexicanos cuyo origen es el Taller de Estela Leñero que se ha
preocupado de preparar a las generaciones actuales y al Círculo Teatral que le
abre sus puertas a las nuevas propuestas siendo ésta la primera vez que
presentan obras montadas, porque en otras ocasiones han hecho lecturas
dramatizadas.
El público saldrá con reflexiones distintas,
sin embargo el hecho es que mueven
las fibras internas.
Rebeca y Hershl
Noviembre 8 del 2012
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