Requiem un poema sobre la muerte
Obra en un acto basada en tres historias de
Antón Chéjov
Uno de los géneros que han marcado al judaísmo
es e teatro en él el judío habla y se burla de sí mismo, en el caso del teatro
idish no es la excepción a la regla.
Esta obra que mezcla tres historias no es la excepción, auque el estilo podría recordar
a la cultura judía, los temas son inherentes a todos por igual, los personajes
se mueven entre la actuación y la narración hecha por ellos mismos ahora
llamada narraturgia.
Un enterrador,
en un pueblo donde nadie muere y su esposa al enfermo es llevada a un
pueblo donde está un peculiar curandero y su cabra, la carreta es otro golpe de
genialidad en medio de la soledad de la tragedia, la relación entre los
pasajeros.
Otro dato interesante son los nombres reales de
los pueblos que algunos suenan confusos y una mujer que pierde a su hijo y un
par de arcángeles en un rol algo extraño.
Actuaciones de Miguel Flores, Emoé de la Parra,
Harif Ovalle, Alejandra Maldonado, Arturo Reyes, Georgina Tábora, Rodolfo
Nevarez, Carlos Orozco, Américo del Río y Haydeé Boetto, en la música Oleg Gouk
y Savarthasi Uribe bajo la dirección de Enrique Singer con temporada en el
Teatro Julio Castillo en el Cetro Cultural del Bosque del 22 de noviembre al 16
de diciembre y del 17 de enero al 10 de febrero los jueves y viernes a las
20.00 horas, sábados 19.00 y domingos 18.00 horas con una duración de 75
minutos.
Una obra que se desarrolla con efectos de
sonido y música en vivo, una rampa al centro con una pasarela al frente y atrás
así como el coro la hacen una gran obra.
Tres historias que nos hablan de dolor, de
muerte y vida, de pobreza en todos los aspectos, del dolor de perder un
familiar, de la carencia de un servicio médico poniendo en riesgo la vida de un
enfermo, de la insatisfacción en la vida además de las carencias más esenciales
para sobrevivir.
La necesidad de hablar del dolor que nos deja
la muerte de una persona tan cercana a nosotros y cómo nos quedamos muertos en
vida, no pueden faltar las reflexiones del enterrador, el que dirige la carreta
que por cierto es muy creativa así como las actuaciones de la actriz que hace
al caballo, el meterse totalmente en cada personaje incluyendo el vestuario
acorde a la época en que vivió Chéjov, en fin todo en conjunto nos lleva a un
país desolador donde cómo nos hace ver el velador quizás la muerte pueda ser
vista de otra manera
Se acaba el año y son las últimas puestas en
escena, vale la pena aprovechar los últimos días antes de las vacaciones,
cierra con obras muy interesantes y muy bien actuadas.
Esther Zychlinski y Zvi Ziman
Noviembre 25 del 2012
Música para los ojos dirigida y escrita por
Sergio Batiz
Ser Sordo no significa no sentir o poder actuar
por medio de la música como en este caso, el director y escritor Sergio Batiz
además de actor y músico de carrera dirige a un pequeño grupo de músicos sordos,
los del Grupo de Seña y Verbo que lleva 19 años de estar vigente.
Esta obra pensada para niños de 4 años en
adelante, busca introducirlos a la buena música, maneja elementos de utilería
adecuados para esta edad como peces, tiburones, traje de astronauta, pájaros
etc. Escogiendo la música de acuerdo a las piezas favoritas del mismo Sergio
que hace a un director muy simpático, con su frag así como los actores, siendo
el único actor oyente, sin embargo las actuaciones de los tres actores sordos
nos habla de un trabajo de equipo donde Sergio a través de diferentes señales
se comunica con ellos, sacando una obra deliciosa apta para toda la familia
donde esta compañía nos da una muestra del porque ha durado tantos años.
Esta compañía busca acercar a los oyentes al
mundo de los que no oyen, sensibilizar a la sociedad hacia este segmento,
conocer su mundo y sus necesidades, cómo lo ven y se acoplan a la cotidianeidad
donde muchos hablan, conocer su lenguaje de señas y gesticulaciones además de
la lectura de los labios.
Su trabajo nunca deja de sorprendernos, les
conocemos UGA que es una deliciosa obra, La inaudible historia de México donde
solo usan las señas, el rey que no oía pero escuchaba, la vuelta al mundo en
ochenta días, en algunos casos usando un traductor
En esta puesta personajes y situaciones
escondidas en la música, junto con imágenes con un concierto fuera de lo común
donde inclusive traen sus estuches de los instrumentos donde traen todos los
elementos para interpretar cada una de las piezas escogidas, un libro de
dibujos como partitura, la utilería es del taller de Las Manos, la música original e Ingeniería de
Sonido de Gerardo Batiz y Arte Digital Studio C.
Las piezas musicales aquí escogidas son:
El mar, concierto para violín, La tempestad del
Mar de Antonio Vivaldi, Pájaros hermanos, Pequeña Fuga en sol menor de Johann Sebastián Bach, Niño y Borrego,
Segundo Movimiento de la Sonata Patética de Ludwig van Beethoven y Astronauta
con la Obertura de los “Híbridos” de Félix Mendelsohn.
Se presentará en el Auditorio de la Sala Chopin
donde es un deleite escuchar al piano electrónico en Álvaro Obregón 302 esquina
Oaxaca en la Col. Roma a unas cuadras del Parque España los días 24 y 25 de
noviembre, 1, 2, 8, 9, 15 y 16 de diciembre,
5,6, 12 y 13 de enero los sábados y domingos a
las 13.00 horas, una felicitación sincera para el Maestro Alberto Lomnitz
director de esta compañía y a todos los actores que en este caso fueron Eduardo
Domínguez, Roberto de Loera, Lupe Vergara y el único oyente Sergio Batiz.
Se ve que se divierten mucho y lo transmiten al
público además de tener detalles muy simpáticos aún al final de la obra, vale
la pena reconocer la labor de este grupo que nos da una lección de vida, a
veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que una experiencia como este
grupo nos vuelve a la realidad.
Tienen las mismas necesidades que nosotros,
viven, gozan, lloran, y nos dan una muestra de fortaleza muy grande con un
lenguaje bellísimo como las señas, muchos de ellos hablan y leen los labios
pero sobre todo nos dan una lección de vida a los que pensamos que tenemos los
cinco sentidos.
Cuando vean a esta compañía anunciada créanme
es una experiencia que nos debería llevar a apreciar más nuestros cinco
sentidos, de hecho una servidora no tiene olfato, oliendo solo olores fuertes
como el gas, a alguien drogado con marihuana, borracho o cuando algo está
echado a perder.
Esther Zychlinski
Noviembre 25 del 2012
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