lunes, 26 de noviembre de 2012

Musica para los ojos y Requiem


Requiem un poema sobre la muerte

Obra en un acto basada en tres historias de Antón Chéjov

 

Uno de los géneros que han marcado al judaísmo es e teatro en él el judío habla y se burla de sí mismo, en el caso del teatro idish no es la excepción a la regla.

 

Esta obra que mezcla tres historias no es  la excepción, auque el estilo podría recordar a la cultura judía, los temas son inherentes a todos por igual, los personajes se mueven entre la actuación y la narración hecha por ellos mismos ahora llamada narraturgia.

 

Un enterrador,  en un pueblo donde nadie muere y su esposa al enfermo es llevada a un pueblo donde está un peculiar curandero y su cabra, la carreta es otro golpe de genialidad en medio de la soledad de la tragedia, la relación entre los pasajeros.

 

Otro dato interesante son los nombres reales de los pueblos que algunos suenan confusos y una mujer que pierde a su hijo y un par de arcángeles en un rol algo extraño.

 

Actuaciones de Miguel Flores, Emoé de la Parra, Harif Ovalle, Alejandra Maldonado, Arturo Reyes, Georgina Tábora, Rodolfo Nevarez, Carlos Orozco, Américo del Río y Haydeé Boetto, en la música Oleg Gouk y Savarthasi Uribe bajo la dirección de Enrique Singer con temporada en el Teatro Julio Castillo en el Cetro Cultural del Bosque del 22 de noviembre al 16 de diciembre y del 17 de enero al 10 de febrero los jueves y viernes a las 20.00 horas, sábados 19.00 y domingos 18.00 horas con una duración de 75 minutos.

 

Una obra que se desarrolla con efectos de sonido y música en vivo, una rampa al centro con una pasarela al frente y atrás así como el coro la hacen una gran obra.

 

Tres historias que nos hablan de dolor, de muerte y vida, de pobreza en todos los aspectos, del dolor de perder un familiar, de la carencia de un servicio médico poniendo en riesgo la vida de un enfermo, de la insatisfacción en la vida además de las carencias más esenciales para sobrevivir.

 

La necesidad de hablar del dolor que nos deja la muerte de una persona tan cercana a nosotros y cómo nos quedamos muertos en vida, no pueden faltar las reflexiones del enterrador, el que dirige la carreta que por cierto es muy creativa así como las actuaciones de la actriz que hace al caballo, el meterse totalmente en cada personaje incluyendo el vestuario acorde a la época en que vivió Chéjov, en fin todo en conjunto nos lleva a un país desolador donde cómo nos hace ver el velador quizás la muerte pueda ser vista de otra manera

 

Se acaba el año y son las últimas puestas en escena, vale la pena aprovechar los últimos días antes de las vacaciones, cierra con obras muy interesantes y muy bien actuadas.

 

Esther Zychlinski y Zvi Ziman

Noviembre 25 del 2012

Música para los ojos dirigida y escrita por Sergio Batiz
 
Ser Sordo no significa no sentir o poder actuar por medio de la música como en este caso, el director y escritor Sergio Batiz además de actor y músico de carrera dirige a un pequeño grupo de músicos sordos, los del Grupo de Seña y Verbo que lleva 19 años de estar vigente.
 
Esta obra pensada para niños de 4 años en adelante, busca introducirlos a la buena música, maneja elementos de utilería adecuados para esta edad como peces, tiburones, traje de astronauta, pájaros etc. Escogiendo la música de acuerdo a las piezas favoritas del mismo Sergio que hace a un director muy simpático, con su frag así como los actores, siendo el único actor oyente, sin embargo las actuaciones de los tres actores sordos nos habla de un trabajo de equipo donde Sergio a través de diferentes señales se comunica con ellos, sacando una obra deliciosa apta para toda la familia donde esta compañía nos da una muestra del porque ha durado tantos años.
 
Esta compañía busca acercar a los oyentes al mundo de los que no oyen, sensibilizar a la sociedad hacia este segmento, conocer su mundo y sus necesidades, cómo lo ven y se acoplan a la cotidianeidad donde muchos hablan, conocer su lenguaje de señas y gesticulaciones además de la lectura de los labios.
 
Su trabajo nunca deja de sorprendernos, les conocemos UGA que es una deliciosa obra, La inaudible historia de México donde solo usan las señas, el rey que no oía pero escuchaba, la vuelta al mundo en ochenta días, en algunos casos usando un traductor
 
En esta puesta personajes y situaciones escondidas en la música, junto con imágenes con un concierto fuera de lo común donde inclusive traen sus estuches de los instrumentos donde traen todos los elementos para interpretar cada una de las piezas escogidas, un libro de dibujos como partitura, la utilería es del taller de  Las Manos, la música original e Ingeniería de Sonido de Gerardo Batiz y Arte Digital Studio C.
 
Las piezas musicales aquí escogidas son:
 
El mar, concierto para violín, La tempestad del Mar de Antonio Vivaldi, Pájaros hermanos, Pequeña Fuga en sol menor  de Johann Sebastián Bach, Niño y Borrego, Segundo Movimiento de la Sonata Patética de Ludwig van Beethoven y Astronauta con la Obertura de los “Híbridos” de Félix Mendelsohn.
 
Se presentará en el Auditorio de la Sala Chopin donde es un deleite escuchar al piano electrónico en Álvaro Obregón 302 esquina Oaxaca en la Col. Roma a unas cuadras del Parque España los días 24 y 25 de noviembre, 1, 2, 8, 9, 15 y 16 de diciembre,
 
5,6, 12 y 13 de enero los sábados y domingos a las 13.00 horas, una felicitación sincera para el Maestro Alberto Lomnitz director de esta compañía y a todos los actores que en este caso fueron Eduardo Domínguez, Roberto de Loera, Lupe Vergara y el único oyente Sergio Batiz.
 
Se ve que se divierten mucho y lo transmiten al público además de tener detalles muy simpáticos aún al final de la obra, vale la pena reconocer la labor de este grupo que nos da una lección de vida, a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que una experiencia como este grupo nos vuelve a la realidad.
 
Tienen las mismas necesidades que nosotros, viven, gozan, lloran, y nos dan una muestra de fortaleza muy grande con un lenguaje bellísimo como las señas, muchos de ellos hablan y leen los labios pero sobre todo nos dan una lección de vida a los que pensamos que tenemos los cinco sentidos.
 
Cuando vean a esta compañía anunciada créanme es una experiencia que nos debería llevar a apreciar más nuestros cinco sentidos, de hecho una servidora no tiene olfato, oliendo solo olores fuertes como el gas, a alguien drogado con marihuana, borracho o cuando algo está echado a perder.
 
Esther Zychlinski
Noviembre 25 del 2012
 
 
 
 
 
 
 
 

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