Nadie quiere ser mi
amigo de Javier Malpica
Uno de los personajes clásicos de
la literatura desde que el Cíclope Polifemo fue segado por Odiseo, ahora este
nuevo nadie quiere ser mi amigo nos habla de la soledad, en este caso de un
niño cuyo padre muere y tiene una lucha para comprender a su madre, entonces
aparece “nadie” y una extraña psicóloga.
Este juego de palabras basado en la historia de Javier Malpica
y bajo la dirección de Oswaldo Valdovinos es una obra que como ya nos tiene
acostumbrados esta compañía en el uso de títeres, con la cara descubierta en su
caso.
Utilizando una gran estructura
donde podemos ver los diferentes elementos de la escenografía como puede ser
una cama misma, una mecedora, un escusado que en cierto momento se vuelve parte
de “nadie”, los actores se mueven con singular destreza para poder sacar y
meter todos los personajes como la mamá, una psicóloga muy extraña, con
transiciones muy limpias y solamente las luces necesarias para distinguir las
acciones.
Esta puesta también fue
presentada durante el año en el Distrito Federal durante la Muestra de las
Artes Escénicas en el Distrito Federal.
Esta obra forma parte del Teatro
Escolar, realmente se cimentan las bases cuando los niños son chiquitos, los
niños estaban atentos, eso significa que el lenguaje utilizado fue el adecuado
para poder llegarles, además los títeres siempre son muy atractivos para los
chiquitos.
Esperemos que vuelvan a tener
temporada porque en resumen no es fácil y más para los niños de seis años
aunado a la causa de la muerte.
Lo que sí alabamos es que hablan
de una mujer que trabaja y de un hombre que atiende a su hijo, además de leerle
cuentos en la noche y jugar con él, realmente
los niños necesitan a ambos padres y su presencia sobre todo los
primeros años de su vida es muy importante.
Por lo cual nos resulta una obra
compleja y profesional, que concluyó temporada en la Sala Villaurrutia del
Centro Cultural del Bosque, donde según sus palabras a la hora de develar la
placa siempre tuvieron llenos totales.
Cualquier tema puede ser tratado
sin importar la temática con un lenguaje adecuado a niños pequeños.
Esther Zychlinski y Zvi Ziman
Abril 3 del 2013
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