Stabat Mater de
Humberto Leyva, dirección David Jiménez Sánchez
Esta se presenta los miércoles a
las 20.30 horas en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico en Av.
Revolución 1500 cerca del metro Barranca del muerto con las actuaciones de Marilú García Luna, Adriana Montes de Oca,
Gerardo Miranda y Paola Torres Rico.
Stabat Mater es una composición
que significa “estaba la madre”, como una secuencia o troppo de Aleluya
Gregoriana escrito por el Papa Inocencio
III y el franciscano Jacopone Da Todi en el siglo XVII, donde se habla del
sufrimiento de María madre de Cristo.
Acorde a diversos tratados
internacionales muchos de los cuales se quedan en papel mojado, uno de los
derechos del niño es jugar.
El juego es uno de los primeros
mecanismos de socializar, roles como líder y seguidor se comienzan a perfilar
en esta dinámica social, las reglas dinámicas y el rol son de las primeras
actividades que al crecer asumirán.
La protagonista retorna a casa y
comienza a jugar con sus amigos, de alguna forma entran en el mundo que les
tocará, el espacio de la puesta se torna en un espacio donde se ven estacas y
algunos puntos de distintos colores, éstas son acomodadas y reacomodas según el
cuadro, apoyándose con estambres con los mismos colores que los puntos, mismos
que son cortados pro los mismos actores
antes de cada cuadro, creando figuras distintas, éste es un espacio
índico con todo lo que implica.
El espacio casi vacío nos
presenta a cinco protagonistas, así como pocos elementos en punto cero, mismo
que ya explicamos en test(i)go, el silencio se rompe de pronto aunque el
movimiento comienza un poco más tarde de manera pausada.
Los protagonistas rayan en la adolescencia,
un interesante trabajo corporal que nos habla de mucha preparación además de
varias técnicas, incluyendo una interpretación muy buena de tap con punta y
tacón, de twist de la época de los sesentas, un teléfono todavía de disco como
un personaje para entender lo qué pasa con uno de ellos que solo es mencionado
pero no aparece, pero que le da un sentido a
la historia.
Una relación entre una madre, su
hija, una amiga que por cierto está embarazada, una madre que regresa de una
clínica por un problema de alcoholismo, una amiga del hermano de una ellas que
por cierto ha estado desaparecido por un año, aquí es donde es importante el
teléfono por cierto todavía de disco,
estas historias se van vinculando mientras la escena se va transformado,
marcando un retículo, ésta se va tornando aún más inusual a lo largo de la
misma llevándonos a la respuesta de lo ocurrido con el hermano.
Una obra que si bien ocurre como
entre juegos y ejercicios de diversos tipos, de hecho el vestuario nos recuerda
el utilizado cuando los están practicando.
Un trabajo que vale la pena
conocer, los invitamos a dejarse llevar por estas historias que seguramente les
dejarán alguna reflexión sobre los adolescentes y su mundo.
Esther Zychlinski y Zvi Ziman
Julio 4 del 2013
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