El rey se muere de Eugéne Ionesco, dirección y
espacio escénico Juliana Faesler y Clarissa Malheiros
“Una realidad que se agrieta, ya no tenemos
tiempo de perder el tiempo. Se
acabó. Nos quedan algunos instantes para
hacer lo que habría debido hacerse durante años y años y años.”
La máquina del tiempo
Un escenario donde los actores: Natyeli Flores,
María Sandoval, Roldán Ramírez, Pablo Chemor tocando el piano y haciendo de
narrador en algunos momentos así como todos los demás actores en algún momento
y Catalina Pereda también cantante, están sentados sobre unos botes que junto
con un cuadro que a veces hace la función de una mesa, se están acabando de arreglar, esto es desde
la primera llamada, todos los elementos escénicos se encuentran dentro de estos
botes.
En la tercera llamada Pablo Chemor empieza a
presentar a los actores con sus personajes que les toca actuar, quienes
empiezan a sacar el vestuario de sus botes, dos reinas, la actual y la
anterior, un doctor y verdugo, la enfermera y muchacha del castillo, al final
sale el rey maravillosamente actuado por Clarissa Malheiros.
La historia tiene como tema principal la
inminente muerte del rey, una de las reinas debe decirle que le queda una hora
y minutos de vida, por lo cual la última reina y culpable de que el rey haya
descuidado su reino se la pasa llorando todo el tiempo. El rey aparece y es informado no lo cree,
piensa que va a morir cuando él decida, sin embargo a lo largo de la puesta
empieza a actuar como cuando se entra en un delirio, lo qué ocurre hasta que él
fallece.
Yo dividiría la obra en dos partes aunque no
tiene intermedios, la primera cuando fallece y la segunda cuando nos da una
lección de un monólogo bellísima sobre la irreverencia de la vida, sobre la
muerte, llegando a la conclusión de que ya no es necesario preocuparse de nada,
llegando al grado inclusive de quitarse la corona.
Lo mismo ocurre
cuando los otros actores se van alejando del rey, quitándose todo el
vestuario de sus personajes y volviendo
a ser los actores solamente, para volverse testigos de la reflexión sentados
sobre los botes, mismos que son movidos por los actores junto con unas
actuaciones dignas de alabarse así como de un teatro del cuerpo que nos habla
de una gran preparación.
La primera parte con un humor muy negro pero
divertido, no por eso con reflexiones muy profundas por parte de todos los personajes incluyendo al
rey donde salen a relucir todos los capítulos de su vida, incluyendo lo bueno y
lo malo, lo que hizo y lo que dejo de hacer, lo que sentía al ver que el tiempo
se le iba y tenía cosas pendientes, la negación a morirse tratando de hacer
cosas como si estuviera sano con situaciones muy cómicas pero a su vez como
tratarse de mantenerse parado con su bastón, el cual también tuvo otros usos,
acabando finalmente en una silla de ruedas que manejaba ella misma con una gran
maestría, aprovechando todo el escenario, mismo que fue agrandado por
necesidades de la obra, quitando butaquería al teatro.
El uso de luces marcando claramente cada
escena, el aprovechamiento del espacio escénico que fue agrandado, quitándole
butacas y algunas filas como menciono arriba.
Se habla de un rey tirano, de la liberación de
los espectros, catástrofes, el poder, se habla de metafísica, corrupción y
delirio. Un teatro sobre el pensamiento
y las ideas, se adopta la palabra, movimientos con gestos, se investiga la
imagen, interdisciplinaria porque nos dejamos intervenir por todo lo que nos
rodea.
Estoy pasando por una situación de salud muy
peculiar donde se involucra una enfermedad y una operación quirúrgica próxima
a ocurrir, durante la misma la
puesta ocurrieron muchas cosas e n mi
mente, como mi vida con una reflexión de lo qué he hecho y lo que he dejado de
hacer, en un momento del monólogo el rey
dice “que todo llega, ocurre cuando debe ocurrir y cómo debe pasar en el
momento adecuado”, salí del ensayo porque eso fue pensativa, introspectiva,
aislándome de los demás en cierto momento de los demás espectadores, metiéndome
en mi propia vida.
Quizás cada espectador de esta obra que se
presenta en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque del 18 de agosto
al 23 de septiembre los jueves y viernes a las 20.00 horas, sábados a las 19.00
y domingos a las 18.00 horas saque sus propias conclusiones, lo único cierto es
que en su duración de mas de una hora sin intermedio no pasará inadvertida,
además de contar con algunos números musicales.
Esther Zychlinski
Agosto 20 del 2012
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