Tiro de Gracia escrita y dirigida por Sergio
Zurita
Manuel es un comediante que un día se encuentra en un camerino, pero sin
saber de qué teatro, ni siquiera sabe cómo llegó allí, lo peor del caso es que
no se siente chistoso, lo cual le trae reflexiones de cómo va a lograr la risa
y atención del público.
Al salir al escenario se encuentra solo a Elías
quien fue su mentor de oficio de hacer reír, fueron pareja cómica durante años
pero a demás es su enemigo por algo que Manuel hizo cuando se le ofreció un
programa de televisión, aquí las risas son grabadas lo que hace dudar a Manuel.
Adal Ramones que actúa a Manuel así como Juan
Carlos Colobo que actúa a Elías empiezan en esta parte a recordar lo qué fue su
vida, sus experiencias amorosas, sus amores y desamores, hablan de ponerle los
cuernos a la pareja así como ser fieles.
Los motivos de por qué dejar a una mujer y
tomar a otra mujer, también está involucrado de alguna forma el narcotráfico,
el alcohol y otros factores de la vida cotidiana.
Aprovechando totalmente el espacio del
Poliforum Sequeiros, vemos el trazo escénico muy ágil y con actuaciones buenas
adecuadas a cada personaje, el uso de las luces que da pie a cada escena y la
risa del espectador que a veces es más nerviosa que chistosa.
Al final hay una escena totalmente inesperada
que nos deja dudando si toda la información dada si es real o no.
Como periodista teatral en ocasiones mi ánimo
no es el mejor, en ocasiones como en este momento cuando estoy pasando por una
etapa muy difícil me cuesta trabajo mantener mi ánimo arriba, aquí Manuel le
pasa lo mismo, durante algunos años de mi vida me tocó comer en un pequeño
restaurante que estaba pegado al ANDA, conocí a muchos de los actores,
cantantes, y gente del medio artístico como seres humanos donde llegaban a
platicar sus problemas, donde se quitaban por decir de alguna manera la máscara
del artista y era la persona como nosotros, con momentos buenos y malos.
Cuando entré a este medio me dio otro sentido,
porque de alguna forma los vi como las personas iguales a nosotros, quizás por
eso y eso es en mi caso siempre he cuidado dividir la vida personal de la
profesional.
Tengo en este medio más de once años y respeto
mucho el trabajo en el escenario por lo cual creo que esta puesta vale la pena
ver esta obra que se presentaba antes en este mismo teatro los lunes ahora los
miércoles a las 20.30 horas a la altura del World Trade Center con el metrobus
que llega muy cerca.
En algún
momento todo lo que hacemos se ve reflejado, quizás la reflexión sería pensar
lo qué hacemos, las decisiones que tomamos y pensar a quiénes podemos afectar.
Termino con
hasta donde es posible dividir al periodista o al actor de la persona y sus
sentimientos, la respuesta cada quien la tendrá.
Esther
Zychlinski
Agosto 24 del
2012
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